Cuando se habla de cosmética enseguida pensamos en cremas antiarrugas y potingues milagrosos. ¿La cosmética es sólo eso? Sabemos que el mercado español es el 5º país de la Unión Europea en términos de consumo. El gasto medio por persona en productos de cosmética en 2015 es de 139 euros al año, por encima de la media europea de 120 euros. ¿Crees que gastas 139 euros al año en esa clase de productos? Aunque no lo creas, seguramente sí.
En el reglamento (CE) nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 sobre los productos cosméticos se define «producto cosmético» como: toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales.
La cosmética va desde una crema hidratante, un gel de ducha, un champú, un desodorante, una barra de labios o una crema solar, hasta una crema para paliar los síntomas del acné, la dermatitis o la psoriasis. Seguro que todos los días utilizas varios de productos que atienden a la definición de «producto cosmético».
Hay mucha investigación científica detrás de cada uno de ellos, por eso funcionan (unos mejor que otros) y son seguros (todos los que llegan al mercado lo son y se revisan periódicamente). Unos se destinan a tratar aspectos más superficiales –aunque muchas veces lo superficial resulta imprescindible- y otras a aspectos de calado vital –desde una dermatitis que produce picazón y dolor, a una eritodisestesia palmoplantar que puede impedirte caminar-.
Es en este punto donde existe una estrecha relación entre la cosmética y algo tan delicado como los efectos adversos derivados de los tratamientos oncológicos. Esto es muy diferente a lo que se suele interpretar cuando vemos enlazadas las palabras cosmética y cáncer. Ni los cosméticos producen cáncer, ni lo curan, ni lo previenen.
Sin ir más lejos, el pasado fin de semana se celebraba en Madrid el Madrid Beauty Days, una feria abierta al público en la que participaron multitud de empresas relacionadas con la estética, entre ellas laboratorios cosméticos. La noticia fue cubierta por los informativos del domingo de RTVE, y la periodista dijo, entre otras muchas cosas, que se ofrecía «manicura solidaria destinada a pacientes que sufren cáncer elaborada con productos naturales».
Lo natural nada tiene que ver con que una manicura sea específica para un persona con cáncer o sin él. Lo natural no es mejor por definición, no hace que el producto sea más seguro o específico. Y de hecho es insensato utilizar el ilusorio reclamo de lo natural para este tipo de cosmético, dando a entender que lo que no es natural tiene que ver con el cáncer, cuando no es así. Los cosméticos específicos para pacientes con cáncer han sido desarrollados en laboratorios cosméticos y deben incluir en su composición ingredientes de síntesis, es decir, ingredientes que no encontramos libres en la naturaleza y que son esenciales para que el producto sea seguro y eficaz.
La única relación entre la cosmética y el cáncer es la parte de la cosmética que se dedica a aliviar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos. Es lo que suele denominarse oncocosmética.
En las últimas décadas se han producido enormes avances en los tratamientos para el cáncer que han incorporado a la quimioterapia convencional un grupo de fármacos dirigidos a dianas moleculares. Estos fármacos presentan enormes ventajas, como un mejor control de la enfermedad tumoral y una administración más cómoda para el paciente, pero también presentan un perfil de efectos adversos distintos a los de la quimioterapia clásica.
La toxicidad cutánea de este tipo de terapias es frecuente, y en ocasiones puede ser discapacitante y severa, produciendo incomodidad, malestar y perjuicio estético. La prevención y el tratamiento de estos efectos adversos mejora la calidad de vida de los pacientes y por tanto la adherencia terapéutica a los tratamientos oncológicos.
Por otro lado, los tratamientos por radioterapia y también la cirugía, tienen una acción directa sobre zonas cutáneas concretas. En cambio, los tratamientos con quimioterapia y terapias dirigidas suelen producir alteraciones heterogéneas sobre la piel y los anexos (cabello y uñas) en diferentes grados.
- ¿Cuáles son los efectos adversos habituales de la radioterapia y cómo la cosmética puede ayudar a aliviarlos?
El efecto adverso más común de la radioterapia es la radiodermitis. La radiodermitis es el daño de las células cutáneas superficiales y los vasos sanguíneos de la piel, causando eritema (enrojecimiento), descamaciones, cambios de pigmentación, poiquilidermia (engrosamiento y endurecimiento de la piel) y piel de naranja.
El cuidado cosmético de la radiodermitis se basa en utilizar al menos dos veces al día una sustancia hidratante, pero nunca aplicar el producto durante las 4 horas anteriores a la sesión de radioterapia. Hay hidratantes formuladas específicamente para estos casos, son las apropiadas para pieles atópicas y sensibles que alivian el picor y previenen las irritaciones. Estas cremas contienen algún bálsamo relipidizante, como por ejemplo la manteca de karité, cuya nomenclatura INCI (la que se usa en cosmética y, por tanto, la que figura en el etiquetado) es Butyrospermum Parkii (Shea Butter). Es la grasa extraída de los frutos secos del árbol de karité (Butyrospermum parkii) originario de África.
Químicamente está compuesta por ácido palmítico (2-6%); ácido esteárico (15-25%); ácido oleico (60-70%); ácido linolénico (5-15%); ácido linoleico (
Estos cosméticos también suelen contener niacinamida, que es una forma de la Vitamina B3. La niacinamida ayuda a elevar el contenido de agua en la piel. En un estudio en Japón con pacientes con dermatitis atópica se utilizó una crema con un 2% de niacinamida y los resultados, publicados en International Journal of Dermatology, demostraron que la crema era más efectiva que el petrolatum, el mismo ingrediente de la vaselina, en elevar los niveles de hidratación en la piel reseca del paciente. Mejora el tono y la textura de la piel, reduce hiperpigmentaciones, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- ¿Cuáles son los efectos adversos habituales de la quimioterapia y de las terapias dirigidas y cómo la cosmética puede ayudar a aliviarlos?
Los efectos adversos de la quimioterapia y de las terapias dirigidas son la xerosis (sequedad cutánea), prurito, erupción folicular papulopustulosa (erupción cutánea), fotosensibilidad, alopecia y toxicidad en uñas. Estos efectos adversos dependen del tipo de tratamiento, ya que hay diferentes quimioterapias y terapias dirigidas. Cómo Localizar un Celular Móvil [ Contenido Actualizado Septiembre del 2024 ]
Para el cuidado dermocosmético hay que mantener la higiene diaria con duchas cortas (nunca baños) con agua tibia, y jamás emplear jabones, que pueden resultar demasiado abrasivos, sino lo que comercialmente se denomina jabón syndet, que es un limpiador sin jabón de pH similar al de la piel (en torno a 5). La palabra syndet procede de la contracción de synthetic detergent. Técnicamente es la unión de distintos detergentes, llamados también tensoactivos o surfactantes. Estos detergentes tienen afinidad por las grasas y repelen el agua. Gracias a ello forman unas pequeñas estructuras que rodean la suciedad, que es eliminada por el agua.
Los detergentes usados en estos geles y pastillas son los llamados aniónicos suaves, con los que se obtienen productos de alta calidad. El más usado es el sodium laureth sulfate. Los surfactantes aniónicos son potencialmente irritantes, por ello en las formulaciones se combinan con otros que presentan mayor dermocompatibilidad como el disodium cocoamphodiacetate, que es un agente tensioactivo anfótero suave. Los syndets contienen también emulgentes, humectantes y conservantes en las proporciones adecuadas.
Las lesiones cutáneas como las queratosis, erupciones y xerosis se acentúan por acción de la radiación solar, además de que la fotosensibilidad es otra de las consecuencia típicas de la quimioterapia, por eso es muy importante utilizar una crema con protección solar incluso en condiciones normales de luminosidad. En estos casos no podemos utilizar un protector solar común como el que podríamos llevar a la playa, principalmente porque el efecto desecante habitual sería muy perjudicial y la duración de la protección podría ser insuficiente. Lo ideal es utilizar una crema hidratante con protección solar alta, preferiblemente con filtro físico (como el dióxido de titanio que absorbe los UVA) y filtro químico (como el 2-ethylhexyl salicylate, que absorbe los UVB), para que con una aplicación la protección dure todo el día. Estas cremas son específicas para pieles afectadas por queratosis actínica y muy fotosensibilizadas, por lo que suelen contener algún emoliente hipoalergénico, como el glycine soja oil, que además de ablandar las durezas y reducir la inflamación, es antioxidante, o el C12-15 alkyl benzoate, que además de emoliente es un disolvente muy eficaz para filtros solares.
Para las erupciones cutáneas corporales habría que utilizar una crema altamente hidratante y anti-desecamiento, que contenga entre otros ingredientes, manteca de karité y niacinamida. Es fundamental identificar las erupciones cutáneas como efecto adverso del tratamiento oncológico, porque el aspecto y las zonas en las que aparece pueden asemejarse al acné. Aplicar en las zonas afectadas una crema para el acné sería totalmente contraproducente e intensificaría el problema.
El efecto adverso más reconocible de los pacientes oncológicos es la alopecia inducida por quimioterapia. Esta alopecia es casi siempre reversible y empieza a recuperarse al mes de suspender el tratamiento. Ocasionalmente el nuevo pelo presenta características diferentes al original, pero lo esperable es que con el tiempo recupere el mismo aspecto. Actualmente, no existen métodos que hayan demostrado poder prevenir la caída de pelo inducida por quimioterapia con evidencia suficiente para su recomendación.
Otro de los efectos adversos comunes de la quimioterapia es la toxicidad en las uñas. Aparece fragilidad, estrías y aumento de rugosidad, lo que puede derivar en inflamación dolorosa del tejido alrededor de la uña. Para prevenir y paliar este efecto adverso es recomendable utilizar tratamientos fortificantes y protectores, especialmente lacas de uñas enriquecidas con silicio, y de alta tolerancia, que no contengan tolueno, formol o colofán. La retirada del esmalte debe hacerse también con quitaesmaltes hipoalergénicos libres de acetona. Como la toxicidad puede repercutir en el color de las uñas, existen este tipo de lacas en múltiples colores.
- Conclusiones
La cosmética es mucho más que cremas antiarrugas y su pomposa publicidad.
El uso de cosméticos es esencial en tu vida cotidiana, desde el champú, la crema hidratante, la protección solar a esa crema que controla tu acné.
La cosmética y el cáncer sí están relacionados, pero no a través de una relación perversa, sino a través de la oncocosmética, la parte de la cosmética que se encarga de diseñar productos basados en evidencias científicas que alivian los efectos secundarios de las terapias oncológicas.
Existen productos cosméticos capaces de mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer y favorecer la adherencia terapéutica a los tratamientos oncológicos.
Ilustración de portada realizada por Tamara Feijoo ex profeso para este artículo.
Fuentes principales:
Resultados Económicos 2015. STAMPA, Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética.
Reglamento (CE) nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 sobre los productos cosméticos.
The Skin Cancer Foundation’s Guide to Sunscreens. Skin Cancer Foundation. 2011. Retrieved 15 November 2011.
Dovepress; Barrier protective use of skin care to prevent chemotherapy-induced cutaneous symptoms and to maintain quality of life in patients with breast cáncer. Wohlrab J, Bangemann N, Kleine-Tebbe A, Thill M, Kümmel S, Grischke EM, Richter R, Seite S, Lüftner D; August 2014 Volume 2014:6 Pages 115—122
MedlinePlus; Niacin and Niacinamide (Vitamin B3); February 2011
Dermatol Surg. Niacinamide: A B vitamin that improves aging facial skin appearance. Bissett DL, Oblong JE, Berge CA.2005 Jul;31(7 Pt 2):860-5
The British Journal of Dermatology; The Effect of Niacinamide on Reducing Cutaneous Pigmentation and Suppression of Melanosome Transfer; T. Hakozaki, et al.; July 2002
Skin Deep Cosmetics Database
Glosario de cosmética y dermatología de La Roche-Posay.
Guía de cuidados dermatológicos del paciente oncológico (I.S.B.N.: 978-84-695-6423-3). El cáncer y la piel. AECC y GEDET, 2012.
Skin-care and cosmetics products in the daily prevention, treatment and supportive care of cutaneous toxicity in oncology patients. Studies sponsored by L’Oréal. SESKIMO Group, 2015.
Educational Series Skin Care in Oncology Patients. Publication created with an educational grant from Johnson & Johnson Pacific, 2015.
Imágenes: stanpa.com, rtve.es
¿Qué relación hay entre la cosmética y el cáncer?
Cuando se habla de cosmética enseguida pensamos en cremas antiarrugas y potingues milagrosos. ¿La cosmética es sólo eso? Sabemos que el mercado español es
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