A España le tomaría décadas conseguir lo mismo: El país que avanza hacia el futuro que todos sueñan

España podría necesitar varias décadas para alcanzar metas que otras naciones ya han conseguido. El país avanza decididamente hacia un futuro energético sostenible. De acuerdo con información reciente de APPA Renovables, durante 2024 el territorio español alcanzó un 56,8% de generación eléctrica procedente de fuentes renovables. Esta cifra sin precedentes sitúa al país a 24,19 puntos porcentuales del objetivo del 81% establecido para 2030. La expansión de energías limpias debe intensificarse significativamente, requiriéndose un avance anual del 4,8% en la incorporación renovable.

Contexto europeo y nacional

El interés del sector energético se ha centrado en España tras conocerse los desarrollos en energía agrivoltaica en Andalucía. El marco comunitario europeo ha definido objetivos ambiciosos que España aspira a superar.

• Directiva de Energías Renovables (RED III): Fija para la Unión Europea una meta del 42,5% en el consumo energético final para 2030, con una aspiración adicional del 45%.
• Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC): Proyecta la integración de 22 GW de sistemas de almacenamiento en los próximos años.

Desafíos para el progreso renovable

El resultado de la implementación de energías renovables dependerá fundamentalmente de la habilidad para resolver importantes barreras técnicas y normativas. Es imprescindible establecer una regulación precisa que fomente la instalación de tecnologías de almacenamiento energético.

Adicionalmente, se necesitan:

• Mecanismos de precios dinámicos para la energía
• Sistemas de capacidad eficientes
• Regulación avanzada para servicios de agregación y flexibilidad
• Gestión de demanda distribuida mediante plantas virtuales de energía

La red eléctrica aislada más extensa del planeta ya ha superado la marca del 86% de energía renovable, liderada por instalaciones solares en tejados. Nos referimos al South West Interconnected System (SWIS), que suministra electricidad a la región suroccidental de Australia Occidental.

Este sistema ha reportado un 88,97% de electricidad de origen renovable, con predominio absoluto de la energía solar. Este registro, conseguido a las 11 de la mañana de un lunes con abundante sol, ha superado el máximo previo (87,29%) establecido el día anterior.

Un logro doblemente significativo

Se trata de una victoria en dos frentes, dado que SWIS constituye una red completamente independiente, sin conexiones con otros territorios ni capacidad para exportar excedentes. En consecuencia, toda la energía generada se consume o almacena localmente.

En este contexto particular, preservar la estabilidad del sistema con porcentajes tan altos de renovables representa un hito técnico y de gestión. Durante este último pico, la energía solar en azoteas cubrió el 64% de la demanda, seguida por la energía eólica con algo más del 16%.

Composición del mix energético

• Energía solar residencial: 64%
• Energía eólica: 16%
• Energía solar a gran escala, biomasa, sistemas híbridos y almacenamiento con baterías: 20%

A diferencia de lo que ocurre en otros estados australianos, que exportan sus excedentes, Australia Occidental carece de esta alternativa. Su estrategia se basa en la inversión en baterías de alta capacidad.

Infraestructura de almacenamiento

Una de las instalaciones de baterías más recientes, ya operativa, se posiciona como la segunda más grande de Australia. Estas infraestructuras capturan el excedente solar durante periodos de baja demanda y lo distribuyen durante los picos vespertinos. Simultáneamente, funcionan como estabilizadores frente a posibles fluctuaciones en el suministro eléctrico.

Esta capacidad resulta esencial cuando la generación depende de recursos variables como el sol y el viento. El gobierno regional ha comunicado el cierre progresivo de sus tres últimas centrales térmicas de carbón, programado para 2029. España podría tardar décadas en lograr lo que para Australia es ya una realidad tangible.