Cuando Charles Dickens tenía tan solo 12 años, su vida dio un giro dramático y desgarrador

A los doce años, la vida de Charles Dickens dio un giro dramático. Su padre fue encarcelado por deudas y el joven Charles se vio obligado a dejar la escuela para trabajar en una fábrica de betún. El trabajo era tedioso, las condiciones duras y el salario miserable. Para un niño brillante, fue una experiencia aplastante que lo marcó de por vida. Sin embargo, esta vivencia formó su profunda empatía por los pobres, inspirando después novelas como Oliver Twist o David Copperfield. La fábrica alimentó su ambición por escapar de esa vida y convertirse en escritor. Aunque su padre salió de prisión y él pudo volver a la escuela, las cicatrices permanecieron, impulsando su increíble ética de trabajo y convirtiendo su dolor en una fuente de poder creativo para algunas de las historias más perdurables de la literatura.