Entre los muchos excesos de Nerón, hubo uno que desafió todas las normas del Imperio Romano: su matrimonio con Esporo

Entre los muchos excesos de Nerón, hubo uno que desafió todas las normas del Imperio Romano: su matrimonio con Esporo. Se cree que fue un joven de gran atractivo, cuyo destino cambió cuando el emperador Nerón puso sus ojos en él. Su parecido con Popea Sabina, la esposa fallecida de Nerón, lo convirtió en el objeto de una obsesión imperial. En el año 67 d.C., Nerón ordenó castrarlo y lo vistió con las ropas de Popea. La boda fue celebrada con todo el esplendor de la corte imperial, y Esporo fue tratado como emperatriz. Tras la caída de Nerón, Esporo cayó en manos del general Otón. Cuando Vitelio llegó al poder, intentó humillar públicamente a Esporo. Antes de ser sometido a más vejaciones, Esporo eligió quitarse la vida, prefiriendo la muerte a seguir siendo un juguete del poder. Su historia es la de un joven atrapado en los caprichos de un emperador y la crueldad de una Roma despiadada.