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Robert Louis Stevenson estaba bajo los efectos de la cocaína cuando escribió El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Su esposa, Fanny, lo despertó de una pesadilla y él la reprendió, explicando que soñaba una magnífica historia de terror. Ella interrumpió justo cuando su mente creaba la primera escena de transformación. Fanny era una mujer rebelde, mayor que él, divorciada y estadounidense. Robert estaba tan enamorado que la siguió a América, trabajando tres años para pagar el viaje. Fanny leyó el primer borrador y le aconsejó reescribirlo como una alegoría. Stevenson quemó el manuscrito original y reescribió toda la historia en solo seis días. Esta versión se convirtió en una de las novelas de terror más famosas de todos los tiempos.